Tres poetas del Renacimiento de Harlem

Langston Hughes (1902-1967) fue uno de los mayores exponentes del Harlem Renaissance de los años veinte y también, más tarde, el principal representante de la cultura afro-estadounidense. A través de sus escritos y de sus intervenciones públicas tuvo como principal objetivo el progreso social y civil de la población de color de Estados Unidos. 

Su primer poema en aparecer en una revista de gran alcance (Crisis, en 1921) fue “The Negro Speaks of Rivers”, escrito tras graduarse de la escuela, a los diecisiete años, mientras cruzaba el río Mississippi camino a México. 

Su poesía desprecia las formas clásicas, empleando los ritmos populares negros, tal como los espirituales, el bop, el jazz y el blues. Se puede notar, a la vez, la gran influencia que tuvieron en él Carl Sandburg y Walt Whitman. 

Algunos de los libros de Hughes son The Weary Blues (1926), Fine Clothes to the Jew (1927), The Negro Mother and Other Dramatic Recitations (1931), Dear Lovely Death (1931), Scottsboro Limited: Four Poems and a Play (1932), Shakespeare in Harlem (1942) y Montage of a Dream Deferred (1951).

The South

The lazy, laughing South
With blood on its mouth.
The sunny-faced South,
       Beast-strong,
        Idiot-brained.
The child-minded South
Scratching in the dead fire’s ashes
For a Negro’s bones.
        Cotton and the moon,
        Warmth, earth, warmth,
        The sky, the sun, the stars,
        The magnolia-scented South.
Beautiful, like a woman,
Seductive as a dark-eyed whore,
        Passionate, cruel,
        Honey-lipped, syphilitic—
        That is the South.
And I, who am black, would love her
But she spits in my face.
And I, who am black,
Would give her many rare gifts
But she turns her back upon me.
        So now I seek the North—
        The cold-faced North,
        For she, they say,
        Is a kinder mistress,
And in her house my children
May escape the spell of the South.

El Sur

El perezoso, risueño Sur
con sangre en su boca.
El Sur de rostro soleado,
        fuerte como bestia,
        cerebro de idiota.
El Sur con mentalidad de niño
rascando en las cenizas del fuego apagado
por los huesos de un Negro.
        El algodón y la luna,
        tórrida, tierra, tórrida,
        el cielo, el sol, los astros,
        el Sur de esencia de magnolia.
Hermoso, como una mujer,
seductivo como una puta de ojos oscuros,
        pasional, cruel,
        labios de miel, sifilítico—
        eso es el Sur.
Y yo, que soy negro, lo amaría
pero escupe en mi cara.
Y yo, que soy negro,
le haría muchos regalos
pero me da la espalda.
        Así que ahora busco el Norte—
        el Norte de rostro fresco,
        porque él, dicen,
        es un amante más gentil.
Y tal vez en su casa mis hijos
escapen del hechizo del Sur.

***

Countee Cullen (1903-1946) fue otra de las voces más representativas del Harlem Renaissance. Cullen ingresó a la Universidad de Nueva York después de la secundaria. Casi al mismo tiempo, sus poemas se publicaron en The Crisis, bajo la dirección de W. E. B. Du Bois, y en Opportunity, una revista de la National Urban League. Poco después fue publicado en Harper’s, Century Magazine y Poetry. Ganó varios premios por su poema “Ballad of the Brown Girl” y se graduó en la Universidad de Nueva York en 1925. Ese mismo año publicó su primer volumen de versos, Color, y fue admitido a la Universidad de Harvard, donde completó una maestría en inglés. 

Si bien Cullen estuvo expuesto a las ideas y anhelos afro-estadounidenses, su educación formal tuvo influencias casi totalmente blancas. Esta dicotomía es central en su obra y, de este modo, Cullen se opuso poéticamente a su gran amigo Hughes. En la biografía que introduce los poemas de Cullen, en Caroling Dusk (antología fundamental del Renacimiento de Harlem, editada por él mismo), dice: “Como poeta es un conservador acérrimo, amante de la línea mesurada y la rima hábil […]. Ha dicho, tal vez con una reiteración repugnante para algunos de sus amigos, que desea que cualquier mérito que pueda haber en su obra fluya de ella únicamente como la expresión de un poeta, sin consideraciones raciales que la refuercen. Sigue opinando lo mismo“.

Podemos ver en su poesía la influencia de Milton, Blake y Keats, e incluso de los griegos antiguos como Eurípides, a quien tradujo.

Otras colecciones de poesía de Cullen son Copper Sun (1927), The Black Christ and Other Poems (1929) y On These I Stand: An Anthology of the Best Poems of Countee Cullen (1947).

From the Dark Tower

We shall not always plant while others reap
The golden increment of bursting fruit,
Not always countenance, abject and mute,
That lesser men should hold their brothers cheap;
Not everlastingly while others sleep
Shall we beguile their limbs with mellow flute,
Not always bend to some more subtle brute;
We were not made to eternally weep.

The night whose sable breast relieves the stark
White stars is no less lovely being dark,
And there are buds that cannot bloom at all
In light, but crumple, piteous, and fall;
So in the dark we hide the heart that bleeds,
And wait, and tend our agonizing seeds.

Desde la torre oscura

No vamos a plantar por siempre mientras otros cosechan
en aumento la fruta rebosante,
no siempre tolerar, abyectos y mudos,
que unos tengan a sus hermanos por poco;
no perpetuamente mientras otros duermen
vamos a entretenerlos con blandas flautas,
ni hincarnos ante un bruto más sutil;
no fuimos hechos para llorar eternamente.

La noche cuyo seno tinto alivia las férreas
estrellas blancas no es menos bonita por ser oscura,
y hay tallos que no pueden florecer siquiera
en la luz, y se rompen, penosos, y caen;
por eso escondemos en la sombra el corazón que sangra,
y esperamos, y cuidamos nuestras semillas agonizantes.

***

Gwendolyn Brooks (1917-2000) es una de las poetas más respetadas, influyentes y ampliamente leídas de la poesía estadounidense del siglo XX. Fue una poeta muy consagrada, incluso en vida, con la distinción de ser la primera autora negra en ganar el Premio Pulitzer. También fue consultora de poesía de la Biblioteca del Congreso, la primera mujer negra en ocupar ese puesto, y poeta laureada del estado de Illinois. Muchas de las obras de Brooks muestran una conciencia política, especialmente las de la década de 1960 y posteriores, y varios de sus poemas reflejan el activismo por los derechos civiles de ese período. 

Su cuerpo de trabajo le dio, según el crítico George E. Kent, “una posición única en las letras estadounidenses. No sólo ha combinado un fuerte compromiso con la identidad racial y la igualdad con un dominio de las técnicas poéticas, sino que también ha logrado cerrar la brecha entre los poetas académicos de su generación en la década de 1940 y los jóvenes escritores negros militantes de la década de 1960”.

Algunos de sus libros de poesía son A Street in Bronzeville (1945), The Bean Eaters (1960), For Illinois 1968: A Sesquicentennial Poem (1968), Riot (1969) y Beckonings (1975).

The Last Quartrain of the Ballad of Emmett Till

After the Murder,
After the Burial

Emmett’s mother is a pretty-faced thing;
           the tint of pulled taffy.
She sits in a red room,
           drinking black coffee.
She kisses her killed boy.
           And she is sorry.
Chaos in windy grays
           through a red prairie.

La última cuarteta de la balada de Emmett Till

Después del Asesinato,
Después del Entierro

La madre de Emmett es una cosa muy bonita;
           un tinte caramelo estirado.
Se sienta en una habitación roja,
           bebiendo café negro.
Besa a su niño asesinado.
           Y lo siente.
Caos en grises ventosos
           a través de un rojo prado.


Los poemas fueron traducidos por Ignacio Oliden y extraídos del libro Poetas del Renacimiento de Harlem (Buenos Aires Poetry, 2023), editado por Juan Arabia e Ignacio Oliden.

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